Tres hermanos (una chica y dos chicos) tuvieron la bravura hace diez años de abrir una librería infantil. Una de esas en la que los adultos también nos quedamos embelesados. Su trato y buen hacer hicieron el resto. Y ahora que celebran su décimo aniversario, queremos recuperar el reportaje que le dedicamos hace un tiempo. Larga vida, De Cuento.
Hay algo que fascina a cualquier niño y niña que entra en la librería infantil De Cuento: una casa, hecha a su escala, con su puerta de doble cuerpo, sus ventanas abatibles y su tejado de pizarra. No hay ni un crío que no se dirija directamente a esta casita, situada al fondo de la librería, cuando traspasan la puerta. Luego, ya saciados, logran fijar su atención en el mar de libros para todas las edades que ofrece De Cuento (Santa María de la Cabeza, 33) o en algunos de los juguetes que también propone.
Núria Ribas / @nuriaribasp

No está mal como inicio del enamoramiento que, casi siempre, se producirá entre los pequeños lectores y esta librería, en el distrito de Arganzuela, fundada en el año 2010 por tres hermanos, los Harguindey (Eduardo, Carlos y Mari Paz). Con trabajos alejados del oficio de libreros pero de espíritus literarios, “los tres teníamos claro que queríamos poner en pie una librería”, rememora Eduardo. “Creímos que lo mejor era especializarnos y pensamos que el libro infantil sería el que menos afectado se vería por la irrupción del libro electrónico”.
Dicho y hecho –“aunque nos costó bastante encontrar local”-, en 2010 levantaron la persiana de la que ahora es una de las librerías infantiles que hay en Madrid. Casi una década más tarde, el recuento es positivo aunque “cuesta y mucho sobrevivir solo con los libros. El margen de beneficio es del 30% de cantidades muy pequeñas. Es poco”, relata Eduardo. Así que empezaron a programar cuentacuentos, talleres y fiestas de cumpleaños en una sala interior con la que cuentan.
De hecho, los cuentacuentos que organizan los sábados por la mañana se han convertido en una actividad habitual para muchos niños y niñas del barrio. Hasta el punto de que muchas veces es imposible acceder al espacio.
Cuentos clásicos, vanguardia y algún ‘radical’
Vamos a lo que realmente cuenta en una librería. ¿En qué se distingue la oferta de De Cuento? “Lo que está claro es que siempre vas a defender mejor lo que te gusta. Así que, aunque no puedes no tener libros que son best-sellers entre el público infantil aunque a ti no te guste, nos centramos en las historias que nos atraen a alguno de nosotros tres”, asegura Eduardo.
Lo mejor en este caso es que los tres hermanos tienen preferencias distintas, con lo que la combinación está asegurada. Así, podemos encontrar cuentos que recogen reminiscencias antiguas, de las historias de toda la vida, junto con libros más vanguardistas tanto por su lenguaje – a veces solo ilustrado- como por las historias que plantea. “Incluso tenemos algunos un poco más radicales, en el sentido de avanzados en el trazo de las ilustraciones o en la interacción que pide al lector”, remata.
“Recomiéndanos algún libro”, le retamos. “Bueno, para acertar seguro hay dos clásicos ya de la literatura infantil que no fallan: A qué sabe la luna y Adivina cuánto te quiero. Si queremos ir un poco más allá, lo tengo claro: La Ola, de Suzzy Lee, un libro maravilloso, sin palabras, en dos colores y para todas las edades que explora en el aprendizaje de la vida. Y también, ya para niños de entre 8 y 10 años, Azul, de Rafael Valcárcel, que explora valores como el respeto a la diferencia y la valentía para perseguir tus sueños”. Palabra de librero.
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