Avisamos cuando, a principios de este mes de marzo, inauguramos nueva sección, Derecho a la Ciudad. Íbamos a poner nuestro espacio y nuestro saber periodístico al servicio de pensadores, activistas, iniciativas, denuncias de heridas urbanas y proyectos futuros que tengan en el centro de su praxis ese derecho a la ciudad que nos guía. Derecho a la ciudad y unos vínculos urbano-rurales equilibrados y sostenibles.
Hoy escuchamos a Germán Gullón, diseñador estratégico, formador y facilitador especializado en diseño de futuros ecosociales. Además, claro, de nuestro ilustrador de cabecera. Gullón propone un nosotros que, a través del diseño, ponga sobre la mesa problemáticas y retos que afrontan los barrios de nuestras ciudades para imaginar un futuro post-capitalista más humano y sostenible. Gullón apela al ciudadano que llevamos dentro para ir abandonando el consumidor que nos han impuesto.
Diseño y nuevas subjetividades ante la crisis ecosocial. Apuntes a partir del Lab 5L para el Barrio de Las Letras
Germán Gullón / @GermanGullon
Hace unas semanas participé en Labs Bibliotecarios con el taller de diseño participativo «Futuros postcapitalistas para el Barrio de Las Letras». El taller había sido seleccionado para abrir el ciclo Lab 5L, actualmente en curso y con una programación realmente tentadora orientada a un barrio del centro de Madrid que, por cierto, sigue sin biblioteca. Finalizada y reposada la experiencia con los seis participantes que lo hicieron posible, y precisamente a partir de las aportaciones que allí surgieron, quiero escribir y compartir algo sencillo sobre hacia dónde podrían dirigirse nuestras propias subjetividades en esta crisis ecosocial.
Subjetividades en estos tiempos
Sobre subjetividades podríamos debatir un rato y citar a Latour, a Butler o a Guattari, pero durante el taller me refería a el término como percepciones individuales o colectivas conectadas a nuestra propia identidad, a nuestras relaciones y a nuestros propósitos en este mundo. Mantengo además esa definición desde el optimismo porque creo que las subjetividades no son estáticas sino que, como las cualidades creativas, se adaptan y moldean en función de los intereses y las expectativas.
Las subjetividades no son estáticas sino que, como las cualidades creativas, se adaptan y moldean en función de los intereses y las expectativas
El grupo del taller era bastante variado, con profesionales del diseño estratégico, de la gestión cultural, del activismo social y de la comunicación. Juntos hablamos del diseño y de su capacidad de acción en la transformación democrática, en la obsolescencia y modelos de consumo, y en la relocalización de la producción. También hubo espacio para tratar grandes contradicciones, como cuando para la mayoría de adultos que nos rodea es más fácil identificarse con el sistema en el que vivimos a pesar de (y en lugar de hacerlo con) la realidad de la crisis climática.

La visión de un nuevo mundo desde el diseño
El análisis sobre las problemáticas y los retos presentes del barrio indagó en la falta de sentido de pertenencia del menguante número de habitantes del barrio. También se habló de la actual movilización y denuncia de los pisos turísticos, y de las carencias que presenta la red vecinal.
Había ganas de dar paso a una exploración de estrategias comprometidas con un futuro común preferible. Juntos decidimos intervenir el presente con artefactos narrativos que provocaban y nos invitaban a pensar y actuar con ideas que convertimos en prototipos de carteles que llegaban del año 2032. La inspiración y activación de la imaginación colectiva al servicio de estas calles se desplegaba sobre la mesa. Estábamos activando el diseño, orientado a definirlo todo, también ese nuevo mundo y esos nuevos estilos de vida en sintonía con el post-crecimiento que nos enfocan tanto los límites biofísicos del planeta como la necesidad de relacionarnos sin abuso ni agravio.
Necesitamos rescatar y dar nueva forma a términos como solidaridad, democracia, igualdad, libertad y respeto medioambiental
Necesitamos una transformación cualitativa de nuestro propio modo de vida en comunidad, y desde el barrio disputamos los imaginarios y el sentido común dominante, ese que no defiende nuestros intereses. Necesitamos rescatar y dar nueva forma a términos como solidaridad, democracia, igualdad, libertad y respeto medioambiental porque dan sentido a nuestra propia identidad, a nuestras relaciones y a nuestros propósitos en este mundo. Y qué podría emplazar tantos códigos, necesidades y subjetividades diferentes desde la cotidianidad del barrio si no es el diseño.
El diseño puede crear nuevos estilos de vida de forma colaborativa con prácticas de muchas disciplinas. Gracias al rol del diseñador, que se aproxima al de experto en un proceso colectivo, todos diseñan y todo se diseña. Durante el taller vimos que podemos diseñar una cultura espiritual y una cultura material diferentes, más vitales y acordes con los tiempos que vivimos. Una cultura guiada por subjetividades individuales y colectivas renovadas que nos permitan abandonar nuestro papel de usuarios, consumidores y potenciales clientes y nos lleven a hibridar y generar otras formas de organización social, a ser diseñadores de nuestro propio futuro deseable.

Lista abierta de retos de diseño que podrían explorar nuevas subjetividades ecosociales
¿Cómo podemos configurarnos a favor de la reducción del tiempo de trabajo, de las actividades recreativas, sociales y más lúdicas?
¿Cómo podemos relacionar la conciencia de clase, si es que aún nos queda, o la autolimitación de privilegios con el papel de la libertad en esta crisis, entendida aquella incluso en su contexto neoliberal?
¿Cómo podemos integrar el papel de la historia y la memoria en el diseño y construcción de las subjetividades colectivas para evitar una debacle?
¿Y qué puede hacer el diseño para cultivar nuevos sujetos que redefinan un barrio madrileño en una nueva civilización más ecosocial?
*Más Derecho a la ciudad: Prefacio