El teatro que busca preguntas

JOSE Y SUS HERMANAS Xevi Pardo

La compañía José y sus hermanas llega a los Teatros del Canal con Arma de construcción masiva, una reflexión sobre la educación

Núria Ribas / @nuriaribasp

Tras siete reformas educativas desde 1970, no parece que nuestro sistema educativo dé con la tecla adecuada. O quizás al poder le interesa, justamente, no dar con esa tecla. “La educación puede servir para emanciparte o no, ahí hay una responsabilidad individual. En todo caso, es importante que nos den herramientas para desmontar verdades absolutas, para desactivar ciertos relatos”, reflexiona Silvia Ferrando, directora de Arma de construcción masiva, el segundo espectáculo de la joven compañía barcelonesa José y sus hermanas.

Tras su estreno en Barcelona, pudimos verlo en los Teatros del Canal este montaje fresco, rebosante de energía y que, según explica Ferrando, “no pretende resolver, ni de extraer conclusiones claras. Se trata de ir planteando preguntas que dejen obsoletas a las que nos habíamos planteado anteriormente”.

Arma de construcción masiva es la segunda parte de una trilogía que arrancó con Los bancos regalan sandwicheras y chorizos (Premio de la Crítica al Espectáculo Revelación 2017). En aquella primera incursión, estos recién licenciados del Institut del Teatre se proponían, de la mano de su profesora (Ferrando), indagar en los rastros que el franquismo ha dejado en las generaciones jóvenes. “Ahora, exploramos los rastros de la educación en la generación que ahora tiene veinte y pico años”.

Los trabajos de Ferrando con la joven compañía, de los que también firma la dramaturgia, siempre surgen de una pregunta. “Yo planteo un tema, una pregunta concreta, y ellos traen propuestas sin ningún límite ni estético, ni formal, ni ideológico. A partir de allí, vamos poniendo capas”.

El tsunami tecnológico

El resultado, en este segundo montaje, lo conforma un buen ramillete de incongruencias en nuestro sistema educativo, pero también en el ámbito familiar que, por supuesto, forma parte de nuestra educación. Hay cosas que parecen no cambiar y otras que se han modificado radicalmente en una sola generación.

La entrada bestial de la tecnología ha cambiado bastante las cosas”, explica Ferrando. “En la obra aparecen constantemente las redes, la relación con los padres y cómo se ha modificado el significado de lo que es la intimidad entre las dos generaciones, la de los actores y actrices y la mía, con mis cuarenta y tantos años”. “Si yo hiciese otra reforma educativa, sin duda añadiría una clase de intimidad”, asegura la directora y dramaturga.

En cambio, hay otros aspectos que siguen inamovibles, como el cuerpo. “Sigue sin estar presente en la educación, no es un elemento central. Y eso deriva en problemas de identidad o lo que los jóvenes reproducen como si fuera su identidad, porque han visto muchos modelos externos de cuerpo antes de conocer el suyo propio”, recalca Ferrando.

El montaje sigue las señas de identidad que, de momento, marcaron el primer espectáculo de la compañía: teatro político servido con imaginación escénica y un discurso profundo pero que se sirve de la ironía y un cierto punto gamberro. Y la búsqueda en esta generación no tendría mucho sentido sin elementos audiovisuales, como la música en directo o proyecciones que transitan entre un espacio escénico abarrotado de sillitas de escuela.

Para saber más

Cia José y sus hermanas

Esta joven compañía de gesta en el Institut del Teatre de Barcelona. Está formada por Francesc Cuéllar, Marta Díaz, Gemma Polo, Glòria Ribera, Carolina Manero y Alejandro Curiel. Todos ellos, excepto Curiel, nacido en 1985, son de la generación nacida en los ’90. Los dirige Silvia Ferrando, actriz, dramaturga y profesora en el Institut del Teatre.

En breve, darán a conocer el tema sobre el que pivotará la tercera parte de la trilogía. ¿Dónde buscarán los rastros de su generación?

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