Nave73 celebra sus primeros diez años de agitación teatral

Nave73

«Quien desea y no actúa, genera pestilencia», afirmaba el poeta William Blake. Parece que las cuatro almas mater que hace justo diez años soñaron y crearon Nave73 se conjuraron para esquivar la desazón de quedarse solo con el deseo. Y lo han conseguido. Rocío Navarro, Alberto Salas, Álvaro Moreno y Ana Pedrosa sonríen mirando hacia atrás. Nada menos que una década que ha pasado como un suspiro y que ha situado a Nave73 como una de las salas de teatro alternativas más prestigiosas de Madrid.

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Núria Ribas / @nuriaribasp

«Estamos un poco abrumados, da vértigo pensar que han volado ya diez años. Muy rápido todo, aunque hayan pasado millones de cosas», nos cuenta Rocío Navarro. Era un 30 de abril de 2013. Y aquí siguen. A pesar de ser una sala del circuito off; a pesar de que durante años soportaba más IVA una entrada de teatro que una copa de vino; a pesar de desatarse una pandemia mundial que cerró las salas durante meses; a pesar de una inflación galopante que ha dejado en casa a mucha gente… A pesar, sobre todo, de que en este país la labor social que realizan las salas alternativas sin las que los nuevos creadores no tendrían ningún tipo de posibilidad, sigue sin estar asumida desde lo público.

A pesar de todo ello, aquí siguen, en pie y con muy buena salud. «El resumen de esta década es muy satisfactorio, porque no nos imaginábamos que íbamos a llegar hasta aquí», relata Navarro. «Se trabaja a precario, pasando bastantes penurias económicas, porque es imposible hacerlo de otra manera con nuestro modelo de sala cultural, pero vale la pena, estamos muy, muy contentos».

Nave73Lo que queda claro, meridiano, es que la gestión de Nave73 ha sido impecable: no solo por la resistencia temporal, si no porque durante estos diez años no han hecho si no aumentar su público e incrementar las condiciones económicas tanto de los profesionales vinculados al teatro y a la escuela (la segunda pata del proyecto) como para las producciones que han pasado por su sala. Y, sobre todo, han sido y son una auténtica cantera de nombres propios del mejor teatro que se puede ver en Madrid: Pablo Messiez o Alberto Conejero son solo dos ejemplos de esta pista de pruebas que representa Nave73.

nave 73 ha sido y es una auténtica cantera de nombres propios del mejor teatro que se puede ver hoy en madrid

«Las salas alternativas cumplimos una labor clarísima», confirma Navarro. «Funcionamos como laboratorio de creación y plataforma de autores noveles. Eso debería ser tenido en cuenta a través de las políticas públicas del ámbito cultural».

Más escuela y tres ciclos referentes

Esta queja no es algo que el equipo de Nave73 suelte a cada momento. La infradotación pública es un hecho, pero no hay otra que seguir para adelante con los proyectos que tenían en mente desde sus inicios. Y así, paso a paso, han consolidado su escuela de teatro (con un segundo local en la calle Peñuelas, también en Arganzuela, y un ya referente curso bianual de interpretación y creación escénica por parte de Grumelot Teatro) y han diversificado su actividad cultural con un espacio expositivo y la programación de conciertos en directo.

Para rematar, han centrado esfuerzos en consolidar tres ciclos que ya son un referente en la escena madrileña: ClasicOff. Festival Experimental de Teatro Clásico, durante el mes julio; Imparables, durante el mes de septiembre; y un repensado ciclo de temática LGTBI, rebautizado como Jaleo, y que se lleva a cabo durante los fines de semana de junio.

Tres ciclos, marca de la casa, que se combinan a la perfección con la programación estable de una sala que ha sabido leer las inquietudes escénicas de los nuevos públicos. Y las exigencias. El listón de calidad en los montajes que presenta Nave73 son otra de sus características desde el inicio. Algo que, tras una década, no ha cambiado. «El nivel de profesionalidad se mantiene. Lo que ha cambiado en estos diez años es el cómo se comunica desde la escena la historia: muchos montajes con nuevos dispositivos tecnológicos, mucho audiovisual, más inmersivo o buscando la participación del público a través de sites specifics», aseguran.

Un buen ejemplo lo tenemos en la programación de este mes de mayo con la propuesta de La Tremenda Compañía y su El vergonzoso en palacio, de Tirso de Molina. Sí, sí: un clásico remasterizado a través de, entre otras cosas, nuestros móviles mientras recorremos Arganzuela viviendo dos tramas de amor paralelo que enlazarán a Madalena con Mireno y a Serafina con Antonio. Una fantasía, se mire como se mire.

Nave73Y una muestra de la apuesta decidida por las nuevas dramaturgias, siempre con la palabra de por medio, la increíble conexión que se crea al contar una historia, ese elevarse el espíritu cuando el arte se concreta y nos salva de la banalidad. Nada de esto sería posible sin estas cuatro almas que, hace diez años, decidieron que su deseo bien justificaba una vida.

A su esfuerzo y entusiasmo, nuestro agradecimiento infinito.

 

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